No olvides jugar con tu gato

Se habla poco de la importancia del juego para los gatos, y sin embargo la mayor parte de las consultas sobre problemas de comportamiento de gatos, se resuelven con la misma fórmula: “dedica un ratito de tu tiempo todos los días a jugar con tu gato”. ¿Por qué, entonces, si te preocupas de darle la mejor alimentación, el mejor tipo de arena, lo llevas al veterinario y tiene al día todas sus vacunas, no le dedicas tiempo al juego? 

No tiene por qué ser una hora, con que juegues a algo que a tu gato le guste, entre quince y treinta minutos, a veces es suficiente. Pero en ese tiempo, el gato debe sentir que estás jugando con él, que le estás haciendo caso, de nada sirve que le muevas una cinta mientras estás mirando el móvil. A veces, puedes jugar con él 10 minutos antes de irte al trabajo (se quedará más tranquilo en tu ausencia, seguramente durmiendo o mirando por la ventana), y luego otros 10 antes de cenar o de irte a la cama. No es mucho pedir, y si lo haces bien, hasta te puede resultar divertido, y lo que es más importante, es bueno para él y te ayuda a reforzar la relación humano-gato.

El juego en el gato está muy infravalorado. Se juega con él cuando es pequeño, que son puro nervio y demanda más atención, pero cuando se hace adulto tendemos a relajarnos porque tienden a mostrarse más tranquilos, y puede parecernos que ya no les hace falta, pero no es así; lo necesitan, y mucho. Un felino salvaje caza entre 10 y 20 presas pequeñas al día, y lo hace alternando periodos de descanso o siesta con periodos de actividad frenética corriendo detrás de ellas, acechando, escalando… por lo que, aunque nuestros mininos ya de salvajes tengan poco, el instinto cazador sigue ahí. Ellos siguen teniendo la necesidad de abalanzarse sobre objetos y jugar. Numerosos estudios concluyen que, para su salud mental, y para estrechar el vínculo con ellos, el juego es primordial. Y cuando no jugamos con ellos, cuando no los entretenemos, nos encontramos con gatos con sobrepeso y lo que es peor, con gatos aburridos. Un gato aburrido te puede «complicar» la conviencia en casa: destrozos por rascados en lugares inapropiados, hiperactividad, depresión, agresividad, juego inapropiado (muerde o araña al humano intentando que le haga caso…), y un gato que juega todos los días con su dueño suele estar en su peso y gozar de buena salud física (buena circulación y tono muscular) y mental.

Podemos pensar que con que le compres juguetes, y se los dejes esparcidos por la casa, llega. Ayuda, claro está, cuando no estás con él; se entretiene y le distrae, e incluso que le dejes pequeños premios escondidos para que los busque, les encanta. Pero lo que realmente les vuelve locos es que la «presa» se mueva sola, huya, se quede quieta y cuando vaya a abalanzarse sobre ella salga corriendo, en fin… que parezca un pequeño animalito o insecto con movimientos impredecibles, que le sorprendan. Y eso sólo lo puedes hacer tú.

Vale, ya nos ha quedado claro que hay que jugar con el gato. Pero… ¿cómo hacerlo bien? Recuerda, nunca con tus manos o tus pies, ya lo hemos explicado en anteriores post, siempre con juguetes. Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es qué tipo de juegos de caza le gustan más: es decir, si tu gato prefiere los de suelo o persigue juguetes aéreos. A las mías les gustan muchísimo los juegos en los que imitamos insectos o pájaros. Con cualquier palito largo o caña le puedes hacer tú mismo el juguete, atándole en uno de sus extremos una cuerda con alguna pluma o cuentas de colores o un cascabel. Les encanta que imitemos a un pajarito, vuela sobre sus cabezas, se posa unos instantes en algún estante, vuelve a volar, se queda en el suelo unos segundos mientras ellas están escondidas detrás de una cortina o mueble… Hace poco que les he comprado un árbol de gatos que llega hasta el techo y cuando quiero cansarlas, me dedico a hacerlas subir y bajar por él durante 10 minutos. Mano de santo, duermen como bebés en un rato. Eso sí, las mías, como se llevan muy bien, se turnan en las persecuciones, cazan conjuntamente (como las leonas de los documentales de la 2, jeje) y no tengo que separarlas; pero si tienes varios y uno domina más el juego y ves que el otro no disfruta tanto, tendrás que hacerlo y darles a cada uno su momento de diversión.

Si ves que imitar presas voladoras no le motiva a tu gato, es que tienes un cazador de suelo. Con cualquier cuerda atada a una pelotita de papel le harás feliz. Antas y Goldie también disfrutan con ellas; ato el extremo a la cintura de mi hijo el pequeño, que es un revoltillo, y las tengo entretenidas a ellas y a él. Las reta, se queda parado cuando ellas se paran y poco a poco se va moviendo, hasta que emprenden la carrera y él huye corriendo también. Pero bueno, eso yo, que tengo niño en casa, pero si no lo tienes, con que lo hagas tú desde el sofá o por el pasillo de tu casa es suficiente. Es importante que le dejes ganar de vez en cuando, eso fomenta su autoestima y hace que cada vez tenga más ganas de seguir jugando. Y esos juguetes, ya sean los de suelo o aéreos, debes guardarlos siempre que termines la sesión de juegos, para que fomente siempre su atención cuando lo saques.

A Goldie (Antas es más felina y señorona), le encanta jugar a que le lance una pelota de papel, o de goma, o un pompón de lana. Tiene que ser de tamaño pequeño, para que lo pueda coger con su boquita y traértelo de vuelta. No se cansa nunca de este juego, lo cual me viene genial porque de las dos, ella es la más activa, y como es una tragona, pues aprovecho para que haga ejercicio y queme calorías.

El mejor momento para una sesión de juegos es cuando está hambriento. Estará mucho más predispuesto para la caza, y además, puestos a simularla, nada mejor para finalizar la jornada que dándole su ración de comida. Después de la caza, el felino salvaje se come su presa y se tumba a dormir, no? Pues eso es lo que hará tu minino doméstico una vez se haya comido lo que le hayas puesto en su cuenco, dormir a pierna suelta.

¿Y tú, tienes otros trucos para jugar con tu gato? ¿Has probado con todos y tu gato no te hace ni caso? Escríbeme, prometo contestarte lo antes posible, y si te ha gustado, dale al «me gusta» para hacérmelo saber. ¡Hasta la próxima!

2 Comments

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  1. Nosotros jugamos con nuestro gato unos minutos hasta que él se cansa. Le encanta correr detrás de una bola o pelota pequeña, además suele pedirlo con unos maullidos diferentes. Un saludo.

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